REAL FÁBRICA DE PORCELANA DEL BUEN RETIRO

La Real Fábrica del Buen Retiro (denominada popularmente La China) se fundó en Madrid en 1760 por iniciativa de Carlos III, que ya había impulsado la fábrica similar de Capodimonte cuando fue rey de Nápoles. De allí se trajo los mejores operarios y tres cargamentos con el instrumental necesario y la pasta especial para producir porcelana. Estaba situada en los jardines del palacio del Buen Retiro, exactamente en los terrenos donde hoy se encuentra la plaza del Ángel Caído. Su calidad era internacionalmente reconocida, y sus técnicas de fabricación se mantenían como un secreto de estado. El destino de muchas de las piezas fabricadas fue la decoración de Palacio Real de Madrid y los Reales Sitios. Aunque a veces puede leerse que los autores de su destrucción fueron las tropas de Napoleón durante la Guerra de la Independencia (motivadas, se supone, por la calidad de sus productos, que estaba empezando a hacer daño a la fábrica francesa de Sèvres), en realidad fueron las tropas británicas (los intereses industriales eran mayores) quienes volaron la fábrica y sus almacenes, sin que las autoridades españolas aliadas se interesaran lo suficiente como para impedirlo. En la fotografía, restos de una noria que perteneció a la Real Fábrica
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