UNA IMAGEN SIN SUERTE

Parece ser que en la calle de Las Infantas, en tiempos de Felipe IV, unos judíos, falsos conversos, maltrataron y quemaron una imagen de Cristo Crucificado. Tras ser condenados por la Santa inquisición, en desagravio fueron talladas tres imágenes que contenían en su interior cenizas de la profanada, y que por diversas circunstancias están hoy desaparecidas: el Cristo de la Fe (el actual de la fotografía es una copia), venerado en la parroquia de Sebastián; el Cristo de la Paciencia, en un convento de capuchinos edificado en el lugar del sacrilegio, que ocupaba el solar de la actual plaza de Vázquez de Mella, y el Cristo de las Injurias, en la también inexistente iglesia de San Millán