EL ASESINATO DEL GENERAL PRIM, UN MAGNICIDIO QUE NO SE QUISO RESOLVER

El 27 de diciembre de 1870, el general Juan Prim, presidente del Gobierno y el hombre más poderoso de la España de entonces, sufrió un atentado en la calle del Turco (hoy Marqués de Cubas) a consecuencia del que moriría tres días más tarde a causa de las heridas infectadas. Aquel magnicidio varió el rumbo de las cosas de tal forma que seguramente la España en la que hoy vivimos sería otra. Habían transcurrido dos años desde que fuera derribada Isabel II y la intención del Parlamento era instaurar una monarquía democrática, pero nunca por deseo de Prim con un Borbón como Jefe del Estado. El elegido, Amadeo de Saboya, quedó en muy difícil situación al faltar su valedor.
¿Quiénes fueron los instigadores de la muerte de Prim? Algunos indicios señalaban al republicano José Paul y Angulo, amigo de Prim y luego destacado contrincante ideológico, al regente general Serrano o muy posiblemente (investigaciones recientes así lo juzgan) al intrigante Antonio de Orleans, duque de Montpensier y cuñado de Isabel II, que había financiado la Revolución del 68 y que, esperando convertirse en rey, se sintió traicionado por Prim. Y últimos análisis sobre el cadáver momificado de Prim sugieren que unas marcas que aparecen en el cuello pudieran ser debidas a que después de los disparos fue estrangulado con un correaje para rematarlo
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