EL FRONTÓN BETI-JAI

En el número 7 de la calle del Marqués de Riscal, se encuentra el Frontón Beti-jai, construido en 1894 por Joaquín Rucoba, con una cancha al aire libre (67 m de largo, 20 m de ancho y 11 m de alto) y dos graderíos para una capacidad de unas 4.000 personas. Dejó de funcionar en el año 1919, fue garaje, comisaría, lugar de ensayo de bandas de cornetas, taller de reparaciones de automóviles y es el único frontón de su clase que permanece en pié en todo el mundo. Pese a haber sido declarado Bien de Interés Cultural en 2011, el edificio estuvo abandonado y presentaba un delicado estado de conservación. Afortunadamente en 2019 ha sido restaurado
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