MADAME PIMENTÓN

El historial de Timotea Conde, conocida por todos como Madame Pimentón por el color extravagante de su ajado ropaje, no era precisamente para dar palmas. Borracha, ex prostituta, mendiga, con mal carácter y cantante frustrada, se ganaba la vida cantando ópera, zarzuela y algún que otro pícaro cuplé con más pasión que arte por las calles y en los animados cafés de principios del siglo XX.
En 1910 periodistas y escritores que alternaron con ella en las tertulias de los cafés decidieron dar un banquete en su honor (en la fotografía aparece con algunos de ellos), y fue homenajeada con unos versos de José López Silva:
Deja que tu mano estreche, / fenómeno de mujer, / y ojalá que te aproveche / la ensalada de escabeche / que te acabas de comer...

Ella cantó el aria de El Trovador, el cuplé La regadera y acabó bailando un garrotín. Se le entregó, aparte del ramo del flores de rigor, el sueldo asignado en aquel entonces a las estrellas de primera fila, cincuenta pesetas.
Falleció una gélida noche de febrero de 1918, a los 64 años, en su casa de la calle de las Virtudes, número 10, en Chamberí
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