APARECIDOS EN LA CALLE DEL MARQUÉS DE LEGANÉS

En la calle del Marqués de Leganés había una mina por debajo del jardín de una finca de don Alonso Peralta, contador de Felipe II, y se dice que una noche empezaron a oír lúgubres alaridos y vieron el espectro del comendador de la Orden de Alcántara, don Gonzalo Pico, que también vivía por los alrededores, y a quien dos encapuchados habían asesinado, decían que confabulados con su esposa doña Munia. El caso es que ésta murió al poco tiempo, y también se apareció para comunicar que su hija estaba encerrada en la cueva, adonde su tío materno la había llevado en busca de un tesoro que escondió su padre, y así la encontraron roída por las ratas. Entonces vino la gente a creer que habían sido los hermanos de la pérfida esposa los que habían matado al comendador e intentado sonsacar a la inocente niña el paradero del tesoro