LAVAPIÉS

Lavapiés es el nombre de una plaza del centro de Madrid pero también de una calle y de un barrio popular. En su origen Lavapiés fue el gueto de los judíos, que al ser decretada su expulsión en 1942 por los Reyes Católicos, muchos se convirtieron al cristianismo y siguieron viviendo en la misma zona. Y para hacer profesión de fe, tan puesta en entredicho por aquella época, tenían por costumbre poner el nombre de Manuel (Dios con nosotros) a todos los primogénitos varones. De ahí vino el llamar "manolos" y "manolas" a todos los habitantes del barrio, apelativo que se aplicó después a todos los madrileños engalanados con los trajes típicos.
Parece que el nombre de Lavapiés podría proceder de una fuente que había en la plaza, donde se hacía el lavado ritual de los pies antes de acudir a la sinagoga.
Hoy todo el barrio lucha por conservar lo más puro de las tradiciones madrileñas, pero la emigración ha desembarcado de lleno, de tal manera que lo ocupan casi todo, situación que resulta agobiante por la costumbre de estas gentes de estar a todas horas en la calle, debido en parte a la precariedad y hacinación en las viviendas. Parece como si no estuviéramos en Madrid. Dicen que en Lavapies vive al menos una persona de cada nación del Mundo