LA CABEZA QUE HABLÓ EN LA CALLE DEL SOLDADO

Según una vieja leyenda, en la calle del Soldado, actual de Barbieri, un soldado se enamoró de una joven que no solo no le correspondía, sino que había tomado la determinación de ingresar en un convento. El soldado se sintió despechado y, ante la imposibilidad de lograr el amor de la muchacha, decidió darle muerte cortándole la cabeza. Pero el asesino fue más allá. Un día se presentó ante la madre superiora del convento argumentando que le traía un "presente" de parte de la chica. La priora se apresuro a abrir el saco que el hombre había depositado en el torno y quedo estupefacta al comprobar que contenía la cabeza de la joven. Afirman que la victima abrió los ojos y, llorando, gritó: "¡Madre!" El asesino fue apresado y ejecutado, su mano derecha ensartada en un palo y colocada en la calle que, durante mucho tiempo, llevo el nombre del Soldado