LA FUENTECILLA DE RECOLETOS

La fuente de Cibeles se instaló en 1782 junto al Palacio de Buenavista, a la entrada del paseo de Recoletos y mirando hacia la otra gran fuente, la de Neptuno. La Cibeles no sólo era un monumento artístico sino que tuvo desde el principio la utilidad de proporcionar agua mediante dos caños. De uno de ellos se surtían los aguadores que llevaban el agua hasta las casas y del otro el público en general. En el pilón bebían las caballerías. El agua procedía de un viaje de aguas que tenía fama de poseer propiedades curativas.
En el año 1862 se sustituyeron aquellos caños rústicos por dos figuras artísticas y simbólicas para la villa un oso y un grifo (animal mitológico que aparecía en los antiguos escudos de Madrid).
En 1895 se trasladó la fuente al centro de la plaza y se la rodeó de una verja para evitar el acceso, pues ya la mayoría de las casas tenía o empezaba a tener agua corriente, Y además de
Pero con este cambio no se perdió la traída de aguas del viaje antiguo y para suplir la fuente como tal se construyó una fuentecilla con caño en la esquina de la plaza, del lado de Correos. Esta fuentecilla siguió siendo todo un símbolo para el pueblo de Madrid que allí acudía a llenar cántaros, botijos y botellas. A finales del siglo pasado el Ayuntamiento cegó esta fuentecilla, alegando no sé qué condiciones de salubridad. ¡Vaya por Dios!
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