LA PRIMERA PLAZA DE TOROS

Parece ser que la más antigua plaza de toros con que contó Madrid estuvo en terrenos del palacio del duque de Lerma que luego pasó a los Medinaceli (una enorme manzana comprendida entre la Carrera de San Jerónimo, el paseo del Prado y las calles de Huertas, Jesús, Cervantes, San Agustín y la plaza de las Cortes). Fue construida en 1613 en donde hoy se levanta el Hotel Palace, y el motivo fue el poder disponer de una plaza ex profeso y evitar los trabajos y excesivos gatos de acondicionamiento de la Plaza Mayor para las fiestas de toros. Era de madera y medía 250 pies de largo y 180 de ancho. A los frailes del cercano convento de trinitarios (ahora de capuchinos, con la iglesia de Jesús de Medinaceli) les entorpecía tener una plaza de toros muy cerca, pues el ruido y los gritos eran muy altos y les distraía de sus rezos, así que el duque de Uceda, hijo del de Lerma accedió a sus ruegos y desmontó la plaza, con la condición de que celebrasen los sábados una salve cantada y una misa votiva para él y sus sucesores. En círculo rojo, la localización de la plaza de toros en el plano de Texeira de 1656
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