EL SALÓN DEL PRADO

Fue proyectado en tiempos de Carlos III por el ingeniero José Hermosilla y a su muerte por Ventura Rodríguez, para el tramo entre Neptuno y Cibeles. Hoy está muy desvirtuado. Consistía en una amplia superficie circoagonal, con las fuentes de Cibeles y Neptuno en los extremos y en el centro la de las Cuatro Estaciones o de Apolo, y separada de la calzada de carruajes por un antepecho de hierro bronceado. Disponía de paseos diferenciados para las distintas clases sociales: así, el pueblo llano paseaba por la arboleda cercana al caserío en el lado occidental, la gente distinguida por el sitio amplio y despejado cerca de los coches, y aún hubo durante algún tiempo, una tercera acotación en este último para la crema de la elegancia, un estrecho espacio limitado por una serie de bancos y el antepecho. Incluso se proyectó un inmenso pórtico para que los paseantes encontraran cobijo en caso de lluvia, que no llegó a realizarse
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